¿Qué significa cuando un hámster se para en dos patas? Una mirada a la comportamiento del pequeño roedor

Cuando la conversación entre amigos gire en torno a los hámsteres, sus dueños con frecuencia experimentan un maravilloso sentimiento de conocimiento sobre cada aspecto del comportamiento de su pequeño amigo. Sin embargo, a veces vemos cosas inusuales que nos causan curiosidad y desconcertada. Por ejemplo, ¿qué significa cuando un hámster se para en dos patas? Para abordar esta pregunta, primero debemos comprender mejor algunas de las características de estos simpáticos animales.
Los hámsteres son conocidos por su adaptabilidad y su energía, lo que los hace ideales para una variedad de entornos. Estos roedores caseros son generalmente amigables, energéticos y activos, disfrutando de divertirse explorando y explorando su entorno. Su contenido y actuaciones toman la forma de corretear, excavar y cualquier cosa en la que se pueda imaginar.
El comportamiento inusual, como pararse en dos patas, se observa con frecuencia en los hámsteres. No hay nada para preocuparse, ya que se trata de un comportamiento normal para estos animales. La razón por la que los hámsteres se paran en dos patas es porque están tratando de mostrar su dominio y su control sobre su entorno. Esto es especialmente cierto si el hámster tiene un nuevo compañero o se está adaptando a un nuevo entorno. Al igual que los humanos, los hámsteres intentan familiarizarse con su entorno.
Características del hámster
Los hámsters son pequeños roedores caracterizados por su abundante vello y movimientos ágiles. Los hay de hasta unas 20 especies diferentes, siendo las más comunes las que ocupan las jaulas de nuestras casas en forma de mascotas. Estos simpáticos animales poseen un comportamiento interesante y son muy fáciles de cuidar.
La esperanza de vida de los hámsters es de 2 a 3 años dependiendo de la especie y el cuidado que les brindemos. Estos animales poseen un cuerpo pequeño y alargado, con las patas traseras algo más largas que las delanteras, adaptadas para su modo de vida activo. Tienen una cabeza grande y unas orejas pequeñas y puntiagudas. Usualmente los hámsters tienen un color beige claro con la parte inferior de su cuerpo un poco más oscura.
Si bien existen diferentes tipos de hámsters, los más populares como mascotas son los de la especie Sirio (también conocidos como hámster rusos, campbell o nadador chino). Estos hámsteres se caracterizan por ser de tamaño pequeño, tener abundante pelaje y pueden pintar con diferentes colores. En su hábitat natural se alimentan de frutas, verduras, semillas, insectos y artrópodos, aunque en su vida domesticada estas mascotas disfrutan de alimento pre-empaquetados.
Comportamiento del hámster
Los hámsters son una especie muy sociable y les encanta interactuar con los humanos. Cuando están contentos, darán la bienvenida al contacto y al alimento de sus dueños con entusiasmo; Es común verlos subirse a los brazos o explorar su cueva. Un hámster con una buena calidad de vida y diversión mostrará comportamiento activo, como correr en su rueda o enredar su jaula. Se les verá explorar los entornos que les ofrece su dueño, saltar entre plataformas, trepar por distintas áreas de su casa, bucear por la casa de arena y mucho más.
Los hámsters también son excelentes nadadores. Pueden usar sus patas para impulsarse en el agua y nadar frenéticamente por la bañera. Algunos de ellos incluso les encanta nadar, dejándolos en el agua por períodos más largos. A estos hámsters se les puede ver pararse sobre sus patas traseras para buscar comida y a veces para interactuar y molestar a otros hámsters. La interacción entre los hámsters puede variar desde comportamientos amistosos como la exploración y la curiosidad hasta la lucha real entre ellos. La forma que tienen de relacionarse es muy única.
La forma en que un hámster se relaciona con los humanos va a depender en gran medida de la cantidad de tiempo que le consagremos para conocerlo y ganar su confianza. Debido a la naturaleza veloz de los hámsters, es posible que al principio estén un poco nerviosos y que eviten el contacto con los humanos. Para que se vuelvan más cómodos, es importante proporcionarles una habitación tranquila y darles mucho tiempo para que se acostumbren a su nuevo entorno. A medida que esto sucede, los hámsters comenzarán a relajarse e incluso pueden llegar a buscar el contacto humano a través de caricias o brazos, dando muestras de afecto con una sonrisa.
Comportamiento Inusual del Hámster
Los hámsters son conocidos por tener comportamientos inusuales y extraordinarios. El comportamiento que se les conoce más es pararse sobre dos patas. A veces, un hámster puede prestarle mucha atención al entorno, parándose en sus dos patas traseras mientras usa las delanteras para saludar. Esto no es completamente inusual para los hámsters, sin embargo también puede ser un signo de estrés o molestia. Si un hámster se para en dos patas, es importante evaluar el ambiente donde se encuentra y si hay alguna forma de calmar su nerviosismo.
Los hámsters también tienen otros comportamientos inusuales. Movimientos desordenados son comúnmente vistos como síntoma de estrés o ansiedad, especialmente cuando el hámster invade otros territorios de sus congéneres. Esta conducta se debe a comportamientos agresivos o competitivos, o simplemente por una falta de confianza en su capacidad para defender su propio territorio. En casos extremos, puede provocar que el hámster emita un grito.
Los gritos de los hámsters son otra forma de comportamiento inusual. Esto suele ser causado por un ambiente estresante o incómodo, como por ejemplo la presencia de algún depredador. Si el hámster no está seguro de su seguridad, el grito puede servir como señal de alerta para sus congéneres. Si el hámster se siente amenazado por humanos, también puede emitir algunos gritos abreviados para hacer un llamado a la ayuda.
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